Desde el primer día en que Mª Pilar Dalmau y Jorge Ortín pusieron su visión y su capacidad de innovación al servicio de Rif –Raf, hace casi ya dos décadas, los principios fundamentales que han regido el proyecto ha sido el trabajo en grupo y el espíritu de colaboración. Un espíritu que se resume en una frase que todos los integrantes de Rif-Raf han hecho suya: “Uno no lo sabe todo, pero todos sabemos cosas”.
Respeto a la diversidad de cada uno y optimización del talento individual puesto al servicio de una idea y unos objetivos conjuntos. Esa ha sido y sigue siendo la fórmula para lograr unos resultados excepcionales tanto a nivel de la calidad de sus productos como de la eficiencia de sus servicios.